Cuando hice el video no pensé la cantidad de respuesta que iba a tener de niños, niñas y adolescentes; muchos contestaron, expresaron el impacto negativo que implicó que sus familias utilizaran esta “forma de educación” con ellas y ellos; hasta otros y otras pusieron a sus familias a escucharlo. 

“Ser papá o mamá no te excusa del maltrato; educar con golpes y gritos no quita que es violencia; los límites, no son límites si agreden al niño o niña. Respetemos a los niños y niñas. ¡Yaaa!”

Sin duda es una realidad que tenemos en México y en otros países, desde hace tiempo a las niñas y niños no se les veía como sujetos de derechos, si no como objeto de atención de la familia, eso impedía que la justicia pudiera acercarse a ellos y ellas. Actualmente ya no es así, pero nos hace falta recorrer un camino largo para eliminar esta “forma de crianza”, y si lo pongo entre comillas es porque realidad no quita que sea violencia. 

Recuerda que nuestra obligación es aprender nuevas formas de crianza; las niñas, niños y adolescentes están aprendiendo y necesitan de un adulta y adulto responsable que pueda buscar las mejores maneras de poner límites. 

Ahora parece fácil decirlo, pero hacerlo es otra cosa, pues así es, no es fácil, es una decisión de cada mañana, es un despertar para seguir desarrollando mis habilidades marentales y parentales cada día; y es reconocer que fallé o estoy fallando; puesto que solo al identificarlo podré movilizarme y hacer algo diferente. 

Ellas y ellos nos están diciendo basta, y recuerda que cuando sale este tipo de crianza, por cada golpe, grito o humillación también sale tu niño o niña herido o herida; y lo que tu hijo o hija necesita es un adulto o adulta que le pueda cuidar y enseñar. 

Escrito por: Eva Elena Rueda Mora